Dependiendo de la actividad económica a la que te dediques puedes optar por otra forma de estimación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Conoce todo sobre el método estimación directa o módulos y descubre cuál método te conviene más a la hora de calcular lo que debes pagar a la Agencia Tributaria.
De igual forma, tanto el método de estimación directa o módulos es igual de precisa a la hora de determinar la base de rendimiento obtenido. Dichas modalidades se diferencian en la forma de calcular, por lo que seguro querrás conocer ambas. De esta manera, sabrás cuál de ellas se adapta más a lo que necesitas.
Recuerda que, para decidir de manera correcta, es necesario realizar una estimación de los beneficios obtenidos a lo largo del año. Para ello, tendrás que hacer uso del método de estimación objetiva (módulos) o de estimación directa. Sin más, veamos de que tratan estos dos modelos de cálculo del IRPF.
¿De qué trata el método de estimación directa?
Cuando calculamos la cuota tributaria del IRPF a través del método de estimación directa, debemos hacerlo con base en el rendimiento conseguidp por las actividades realizadas. De esta forma, la cuota dependerá de los beneficios recibidos por tu negocio como persona física o autónoma.
Con esto presente, tendremos que determinar la cuota según lo ingresado sobre el ejercicio de nuestras actividades, menos los gastos deducibles. Acto seguido, aplicaremos el impositivo que corresponda el caso, dando como resultado la cuota tributaria del IRPF que tenemos que pagar.
Dicho de otro modo, solo pagaremos por el rendimiento obtenido a nuestro favor, siempre y cuando esté exista. En este aspecto, se diferencia del método de estimación módulos u objetiva, ya que no se tiene en cuenta otros puntos relacionados con la actividad.
Como ya vimos, con el método de estimación directa o módulos, entendemos que hay más de una alternativa para lograr estos resultados. De igual forma, hay que destacar que el método de estimación directa se divide en dos modelos: la normal y la simplificada.
Estimación directa normal
Aunque es un método al que los comerciantes autónomos pueden recurrir si no adoptan el método simplificado de estimación directa o módulos; Sí que se aplica de manera general cuando se cumplen algunos de los siguientes casos:
- En el supuesto de que la cuenta de actividades ejercidas por el autónomo del año pasado inmediato sea superior a los 600 mil euros por año.
- Al renunciar al método de estimación directa simplificada. Cuando esto suceda, el autónomo deberá apegarse al método normal por lo menos en un periodo de 3 años.
Según el método normal, debemos calcular el rendimiento neto como lo resultante entre la diferencia de ingresos computables y los gastos deducibles. Asimismo, no podemos pasar por alto la aplicación de estímulos e incentivos como parte de la inversión hecha como Impuesto sobre Sociedades.
Por otro lado, según el método de estimación directa normal, cada 3 meses tendrás que realizar pagos fraccionados a nombre del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. En ese caso deberás calcular el importe de gastos fracciones de la siguiente manera:
- Actividades profesionales: Serán 20% del rendimiento neto obtenido desde el inicio del año hasta el final del trimestre actual.
- Actividades empresariales: De igual forma, será el 20% del rendimiento neto recibido desde el inicio del año hasta el último día del trimestre correspondiente.
En cualquiera de los casos, tendrás que deducir los pagos fraccionados del importante resultante ingresado en el mes anterior, así como las retenciones soportadas.
Estimación directa simplificada
La aplicación de este régimen de estimación tiene lugar en aquellos comerciantes o empresarios autónomos en los que se cumpla uno de las siguientes condicionantes:
- En caso de que el año anterior la cifra de importaciones neta del conjunto de actividades realizadas no supera los 600 mil euros.
- Cualquiera que no haya renunciado a este método de estimación.
- Sigue siendo una alternativa para quienes no se acogen al método normal de estimación directa o módulos.
- Si ninguna de las actividades ejercidas es calculada con la modalidad normal del método de estimación directa.
La forma de calcular el rendimiento neto con la modalidad simplificada es muy similar a la modalidad directa. Sin embargo, cuenta con algunas diferencias que debes tener presente, como las siguientes:
- Las amortizaciones del inmovilizado material son aplicadas linealmente.
- Los gastos de difícil justificación y las provisiones deducibles se calculan añadiendo un 5% del rendimiento neto positivo.
- No se aplica la deducción por las provisiones por insolvencia de tráfico, en el caso de los clientes de cobro difícil de justificar.
¿De qué trata el método de módulos?
A diferencia del método anterior, el cálculo de los beneficios se realiza considerando indicadores que pueden variar según la actividad. Es por eso que debes declarar a la Agencia Tributaria que rendimiento y que impuestos vas a pagar, a inicio del año y con carácter trimestral.
En este sentido, la cuota de pago del IRPF será siempre la misma y no dependerá de los beneficios y gastos que hayas tenido durante el año. Esto puede ser un problema cuando en un trimestre los beneficios son inferiores a los declarados, lo que resultaría en perdida.
¿Estimación directa o módulos? ¿Cuál es mejor?
Una de las diferencias más notables entre la estimación directa y módulos gira en torno a la cantidad que pagaras al IRPF. Después de todo, mientras que la primera consiste en pagar el 20% de los beneficios que perciban tus actividades económicas, la segunda ofrece una cantidad fija que no se alterará por variables de ese tipo.
Claro que, para sacar provecho de alguno de estos métodos, hay que considerar la situación empresarial de tu negocio. Por un lado, si los beneficios son realmente significativos, conviene optar por el método de módulos, ya que seguiremos pagando lo mismo sin importar nuestras ganancias.
En cambio, cuando la cuota señalada por el método de módulos es superior a nuestros beneficios reales, es mejor optar por el método de estimación directa. Recuerda que esta considera nuestra situación especifica como empresarios. De hecho, en el supuesto de no percibir beneficios, tampoco tenemos que pagar una cuota al IRPF.